miércoles, 23 de enero de 2013

El Secreto de Maya y los Nahavis


Esta es una versión del cuento "Rosalinda y los siete bandoleros" realizada por Ana Plaza Carretero. Está destinado a niños del segundo ciclo de primaria, con edades comprendidas entre los 8 y los 10 años, aunque pienso que también podría gustarles a los del tercer ciclo de primaria.




Hace muchos, muchos, años en un país llamado España, más en concreto al sur, en un lugar montañoso y de mucho bosque llamado Sierra Morena, vivía un Rey muy feliz con su querida esposa.
Ambos eran muy felices y ansiaban tener un bebé. Cuando por fin consiguieron tener uno este nació un tanto extraño. Parecía ser una niña, pero tenía enormes ojos verdes con pupilas de gato, su piel era blanco-azulada, las orejas las tenía un poco alargadas y nació ya con bastante pelo. Debido a su rareza el Rey y la Reina no supieron que hacer y por miedo a la reacción del pueblo decidieron fingir que la niña había muerto después de nacer.
Así pues la mantuvieron oculta y decidieron darle el nombre de Maya. 
La reina se sometió a grandes reconocimientos por parte de los médicos de todo el reino pero nadie supo qué había pasado.
Solo algunos conocían la verdadera historia de Maya y nadie había visto jamás algo parecido. 
Lo más sorprendente de todo era lo inteligente que se fue haciendo con el paso del tiempo y lo rápido que crecía. Al año y medio la melena le llegaba a la cintura, y por más que se la cortasen siempre le crecía muy deprisa hasta ese lugar. Ya con nueve años era como su madre de altura y tenía cuerpo de mujer.

Un día su madre enfermó y su padre llamó a la bruja del pueblo, pues pensó que todo lo que le estaba pasando a su mujer ya iba más allá de lo natural y que los médicos no conseguirían curarla.
Cuando se presentó la bruja, que se hacía llamar Pirula, sin que nadie supiera cómo, averiguó el secreto  de Maya. Le dijo al Rey que todo lo que le pasaba a su mujer era por culpa de la niña y que debería alejarla lo más que pudiera de allí si quería que la reina sobreviviera. Le contó que se trataba de una mágia oscura y que no podría hacer nada si Maya estaba allí.
El Rey enloqueció con la noticia y le ordenó a la bruja que se deshiciera de Maya pues no tenía valor para matarla; al fin y al cabo era su hija.
La bruja Pirula cumplió con su deber y abandonó a Maya en mitad del bosque.

La niña lloró y lloró hasta que no quedaron lágrimas que derramar y se quedó dormida bajo la copa de un gran árbol.
Cuando quiso darse cuenta ya casi había anochecido así que se puso rápido en pie para buscar algún sitio calentito donde poder pasar la noche a salvo. 
Al ser diferente a todos los demás Maya tenía un raro instinto que, sin que ella pensara, le decía todo lo que tenía que hacer, además, tenía los sentidos más desarrollados de lo normal lo que le permitía sentir todo aquello que había a su alrededor.
Al rato encontró una rama alta donde decidió que estaría segura. No le costó nada subir. Cuando se sentó y cerró los ojos no podía creer lo que le estaba pasando, podía imaginar con la misma nitidez que si lo viera todo lo que pasaba a su alrededor: el ruido de las hojas, de los animales, los olores, la brisa del viento... se sentía increíblemente bien. 
Así pues se quedó plácidamente dormida.
Más entrada la noche el ruido de un pájaro que cambiaba de escondrijo la despertó.
Y lo que vio la dejó sin palabras. El bosque brillaba, cada planta resplandecía con luz propia y además había enormes flores de cálidos colores.
Bajó de la rama y empezó a tocarlo todo, a juguetear con las plantas, las flores..
Aparecieron animales preciosos que nunca había visto antes, mariposas lagarto de vivos colores, camaleones de multitud de colores y formas, hasta vio un elefante que tenía una especie de pluma de colores en la frente y, además, ¡tenía seis patas!

De repente oyó un extraño sonido, como el de una hoja cuando la pisan, o un palito al romperse. Maya se alertó y se concentró en sus sentidos. Escucho algo detrás de ella, se giró y ahí estaba.
Una especie de niño raro, tan raro como ella. Era alto, delgado, con la piel de su mismo color y los ojos mas azulados que ella pero con la misma enorme pupila. Además tenía una especie de pecas brillantes por todo el cuerpo.
Para su sorpresa al mirarse ella también las tenía.
Empezaron a hablar, el chico se llamaba Jake y le contó a Maya que vivía con su familia a unos pocos kilómetros de donde se encontraban. Maya también le contó su historia y por dentro se moría de ganas por ver a más gente que fuera como ella.
Jake al conocer la historia de Maya la invitó con su familia.
Pasó el tiempo y Maya conoció a toda la familia de Jake, que más que una familia era un poblado pero entre ellos se trataban como si fueran una gran familia, se hacían llamar Nahavi.
Jake tenía seis hermanos de sangre, su madre y su padre habían desaparecido hace tiempo dejándoles con la única compañía de sus animales. En la cultura de aquel poblado se respetaba muchísimo la naturaleza, y los animales se trataban como si fueran uno más de la gran familia.
Le enseñaron a hablar en Nahavi, su modo de vida, a cuidar de los animales, a montar a aquellos caballos tan extraños y también a una especie de pájaros enormes.
Eso le gustó mucho. Todos los animales que se podían montar no llevaban bridas, ni monturas, sino que sentían al jinete, habían desarrollado una capacidad sensorial y telepática que les permitía relacionarse con quien los montase.
Los Nahavi conseguían todo lo que necesitaban del bosque.
Aprovechando los conocimientos de aquella cultura Maya les contó cómo su madre había enfermado y nadie podía curarla.
Y ellos le contaron que tenían prohibido darse a conocer en la civilización del reino, que el Rey les cortaría la cabeza si lo hacían por lo que no podrían ayudarla.
Pero a Maya se le ocurrió una brillante idea.
Llevaría a sus amigos al castillo de su padre y les pediría que salvasen a su madre. Pensó que así el Rey les perdonaría y les daría a conocer al mundo.
Y así ocurrió, después de 5 años, durante los cuales su madre estuvo en estado de coma, los Nahavi la curaron.
Cuando la reina despertó necesitó de un buen rato para ponerse al día y que Maya le contara todo lo que le había pasado. Esta se enfadó muchísimo con su marido por haber intentado librarse de su hija y le hizo pedir perdón a los Nahavi y darles protección real para ellos y para su hija que se confesó estar enamorada de Jake y se quedó a vivir en el poblado.
Todos vivieron felices y Maya encontró, por fin, su lugar en la vida.



FIN


         Ahora vamos a proceder a realizar un análisis del cuento:
Diferencias:
Lo primero que podemos observar que es diferente es el título, el de mi profe Irune se llama “Rosalinda y los siete bandoleros” y esta versión se titula “El secreto de Maya y los Nahavi”.
Personajes diferentes:
- RosalindaàMaya
-La madrastraàLa bruja Pirula
-CarlosàJake
Otra diferencia es que, el que ordena deshacerse de Maya, es el Rey a través de la bruja Pirula.
El mundo en el que viven es totalmente diferente al de "Rosalinda y los siete bandoleros", pues me ha gustado la idea de personalizarlo llevándolo a mi mundo, el mundo mágico.
He cambiado el distintivo del collar y el anillo por el aspecto de la niña en sí.
La protagonista es muy diferente a Rosalinda. Maya es muchísimo más autónoma.
Además quise introducir en el cuento la idea de que  aunque haya gente diferente a nosotros no tiene por qué ser malo sino todo lo contrario, es muy enriquecedor.

·         Semejanzas:
Igual que en Rosalinda y los siete bandoleros el cuento se desarrolla en Sierra Morena hace muchos años.
Personajes semejantes:
-El Rey
-La Reina
-Los seis hermanos
También comienza con un Rey y una Reina muy felices que querían tener un bebé.
El bebé es niña y también conoce a siete nuevos personajes y a su familia.
La niña es apartada de su familia igual que en "Rosalinda y los siete bandoleros" y abandonada en un bosque.
He mantenido además el rol de que estos personajes, aunque en mi cuento no sean bandoleros, integren a la protagonista en sus vidas y después necesiten su ayuda.




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