viernes, 25 de enero de 2013

A veces me pregunto en qué pensara mi gata.


Cuando me levanto por la mañana, todos los días, la encuentro sentada en su sofá mirando por la ventana. Muy concentrada, como si estuviera imaginando cómo sería su vida en la calle.
Cuando siente que estoy detrás, entonces, me mira. Yo creo que pensará algo así como, ya está esta pesada aquí otra vez, voy a hacerle la pelota a ver si me da una de esas latitas de gourmet que tanto me gustan.
Porque no penséis que mi gata come cualquier cosa, no. Alguna vez le he intentado dar un trocito de jamón, o de croqueta, cualquier cosa que yo creo que le encantaría si tuviera la decencia de probarla. Pero ella me mira, me mira, y piensa algo así como: ¿pero tú que te crees?, ¿que me voy a comer tus sobras manoseadas y llenas de babas como si no tuviera nada más en la vida? Yo quiero mis latitas.
Entontes es cuando yo me enfado, la maldigo hasta la eternidad y le doy su latita de princesa.

Otras veces, cuando el  silencio reina en la casa, y estas convencidísima de que no hay nadie más que la ausencia y mis peces mirándome, ella aparece, de la nada, se sienta y te observa.
Siempre está observándote. Es uno de sus hobbies. Yo creo que algún día nos sorprenderá y empezará a hablar. Creo que es una de las cosas que le faltan.
Pobre de mí, ingenua de la vida, que creí a todas aquellas personas que me decían que los gatos eran super simpáticos, agradables, cariñosos, etc. Porque sé que los habrá, y que los gatos de todas estas personas serán así, pero la vida, dichosa de ella, ha preferido que la mía no sea así de maja.

Mi gata prefiere tomar el sol, dormir, correr por la casa, arañar el sofá, y los marcos de las puertas, y echar toda la arena de su arenero fuera, prefiere, ir a su bola.
Hay momentos a lo largo del día en los que está amigable, me explico, en los que está tan sumamente dormida y perezosa que deja que le hagas casi lo que quieras.
Ahí es cuando yo, muy lista, aprovecho y la estrujo, la manoseo, la mimo, le doy besitos y oso pensar que quizá, en lo más remoto de su profundo y pequeño corazoncito, pudiera existir un hueco para mí.
Pero esto dura bien poco, y con mi gozo en un pozo empiezo a oir algo parecido al motor de un tractor, o de una moto que no acaba de arrancar, noto las vibraciones en el cuello de mi gata.
Me está avisando de que ya se ha despertado, de que está pensando: em, ¿se puede saber qué estás haciendo?

Entonces se levanta y vuelve a su sofá. Es curioso porque le encanta echarse la siesta con mi madre, quien pasa de ella más que nadie en la casa.
Y cuando las pillo durmiendo, mi gata abre los ojos me mira y sé que piensa, ves, pasa de mi y te querré más.

Nunca entenderé a mi gata, ella se llama Milka.



Jara y el lobo


Jara es una perrita que está muy triste en casa, pues ya no es una cachorrita y sus dueños no le hacen caso. Para el colmo ha llegado a casa un miembro más, y todos los cuidados que antes le daban a ella se los dan al nuevo bebé.

Ante aquel panorama Jara decide huir de casa y tratar de ser una perrita libre.
Cuando llega al bosque se encuentra con un gran lobo, negro como la noche, que la mira sorprendido.


Lobo. Pero bueno, ¿qué hace una perrita tan delicada por aquí sola? (Relucen sus colmillos bañados por la sangre de su última cacería)

Jara. (Levanta las orejas y se pone en posición de defensa). Solo trato de ser libre. ¡Y no soy delicada!

Lobo. Tranquila no tengo intención de hacerte daño, acabo de comer. ¿Te has escapado de casa? (Sus ojos amarillos se clavan en Jara).

Jara. (Cambia su posición, se tranquiliza un poco pero permanece alerta) Sí, bueno. Mis dueños ya no me quieren, se han olvidado de mí. Me gustaría ser como tú. Libre, sin tener que depender de nadie.

Lobo. (Le entra la risa y cae al suelo retorciéndose. Cuando se ha calmado vuelve a levantarse) No puedes estar hablando en serio. Tú que te lo dan todo, que no pasas frío en invierno, que no tienes que cazar ni protegerte de ningún enemigo.

Jara. (Ofendida) Tenemos otras cosas que hacer, como cuidar a nuestros dueños, proteger la casa, hacerles sonreír o jugar con ellos.

Lobo. Claro que sí, no seas tonta, el bosque no es el lugar apropiado para alguien como tú. A mí sí que me gustaría que me dieran todo hecho, como lo que te dan a ti. Pero no soportaría estar encerrado en una casa, sin poder aullar a la luna.

Jara. (Entristecida) Yo no sé aullar. Ni cazar.

Lobo. (Sonríe) ¿Ves? Este no es tu lugar, igual que tu casa no es mi lugar. Anda vuelve a casa y haz feliz a tu familia, cuida de ellos como hago yo de los míos, y no los abandones nunca. Ambos lugares tienen cosas buenas y malas ya lo sabes. Aprecia lo que tienes y lo que te ha tocado.

Jara. (Avergonzada, comienza a dar la vuelta para volver a casa)

Lobo. (Agachándose y agitando el rabo para jugar) ¡Espera¡ Aunque tengas que volver a casa podríamos jugar un rato y echarnos una carrera. Los perros sois mucho menos serios que mis hermanos. Me encantaría pasar un rato contigo.

Jara. (Se le ilumina la cara y sin más dilaciones se echa encima del lobo)

Juntos corren por el bosque, juegan y ríen. Pasado un rato, Jara decide que es hora de volver a casa.

Jara. Muchas gracias amigo lobo, creo que debería volver a casa, quizá me estén buscando.

Lobo. (Entristecido) Sí, es cierto. Corre y vuelve con tu familia.

Jara. (Intentando animar a su nuevo amigo) Sí, debo irme, aunque podríamos vernos por aquí de vez en cuando y jugar juntos, ¡qué te parece?

Lobo. (Sonriendo maravillado) ¡Claro! ¡Cuando quieras¡ Vivo por aquí cerca. Cada luna llena aullaré para que sepas donde estoy y puedas venir a jugar conmigo.

Jara. ¡Genial! Muchas gracias por todo. (Se da la vuelta y echa a correr)

Cuando Jara volvió a casa sus dueños estaban buscándola desesperadamente.
Se alegraron muchísimo al verla y le dijeron que no lo hiciera nunca más. 
La perrita no podía creérselo  el lobo tenía razón, no sabía lo que tenía. A partir de entonces trataría de valorarlo más que nunca.
Jara siguió quedando con el lobo todos los días de luna llena.

Todavía hoy, desde algunos lugares, podemos escuchar el aullido del  lobo llamándola.

FIN



Otro final para Pinocho

Voy a contaros el cuento de Pinocho, que todos conocéis, pero con un final que he inventado yo.
Espero que os guste.


Erase una vez en una vieja carpintería, Geppetto, un señor amable y simpático, terminaba más un día de trabajo dando los últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construido este día. Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de pino, Geppetto decidió llamarlo Pinocho.

Aquella noche, Geppeto se fue a dormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Pinocho tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco.

Al día siguiente, cuando se despertó, Geppetto no daba crédito a sus ojos. Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para alegría del viejo carpintero. Feliz y muy satisfecho, Geppeto mandó a Pinocho a la escuela. Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena.

Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas. Al ver esta situación, el hada buena le hechizó. 
Le convirtió en una vulgar marioneta. Todos los niños se reían de él. Jugaban con él. Le hacían daño y Pinocho no podía decir nada ni hacer nada puesto que ya no era dueño de su cuerpo.
Estuvo pasando de niño en niño durante muchos años.

Geppetto buscó a Pinocho por todos los lados que se le ocurrió pero al no encontrarle cesó su búsqueda. Decidió que no volvería a trabajar con la madera, le recordaba demasiado a Pinocho, asique dejó el trabajo y se dedicó a contemplar el paso del tiempo.

Pasados alrededor de unos 8 años, Geppetto, que caminaba por el pueblo dando su paseo de medio día, escuchó a un chico decir que ese día habría títeres en la plaza, que vendrían las marionetas más bonitas del mundo.
Haciendo acopio de todas sus fuerzas y esperanzas Geppetto fue a la plaza con la ilusión de encontrar allí a Pinocho.

Y cómo era de esperar no le vio. Gepetto volvió a su casa y se metió en la cama. No quería salir de allí, deseaba que el mundo se acabase.
De repente oyó que la puerta se abría. Se levantó corriendo y bajo a ver quien había osado entrar en su casa a aquellas horas y sin avisar.

La sorpresa que se llevó fue indescriptible, en su puerta, sentado, estaba Pinocho. Ya no era una marioneta sino un niño. Estuvieron mucho rato hablando y Pinocho le contó a Geppetto todas las aventuras que había vivido, cómo al decidir complacer a su titiritero y hacerle feliz el hada le había devuelto a la vida y cómo había regresado a casa.
Geppetto no podía creérselo, por fin Pinocho volvía a estar en casa y además era un niño de verdad. Pero Pinocho no tenía intención de quedarse.
Le contó a Geppetto lo bonito que era hacer reír a los niños, actuar para ellos, lo bien que le trataba su titiritero, y el cariño que había cogido a sus compañeros de viaje.

Al oírle hablar Geppetto se emocionó. Por una parte era feliz porque Pinocho había encontrado su lugar en la vida y, por otra, estaba triste porque aquello que Pinocho le decía significaba volver a perderle para siempre.

En ese momento apareció el hada. Y al ver aquella bonita escena, y al sabiendo que Geppetto era un hombre de buen corazón y que quería mucho a Pinocho. Decidió concederle un deseo. 
Geppetto pidió no separarse nunca más de pinocho.

Así pues volvieron a la casa de los titiriteros y el hada les convirtió en preciosas marionetas. Nunca los separaron e hicieron reír, con sus increíbles actuaciones, a todos los niños del mundo.


FIN




No debe estar tan mal ser marioneta, ¿no creéis?





Letanías

















Semana Cultural


Los alumnos de 5º y 6º de primaria realizarán una semana cultural que tendrá como autor a Miguel de Cervantes, ya que así se llama el colegio.
Participaran a través de una serie de actividades que cuentan con la colaboración de diferentes miembros de la comunidad educativa. Se pretende acercarles al disfrute de obras literarias producidas e interpretadas por otros, así como motivarles a la creación propia.
A continuación presentamos la planificación:


LUNES
·         Primera hora:
En esta primera hora, a modo de presentación de esta Semana Cultural, hablaremos con los niños sobre Miguel de Cervantes. Quién fue, qué escribió, la época en la que vivió, etc.
Les explicaremos que Miguel de Cervantes fue uno de los escritores españoles más importantes de la literatura española.


·         Segunda hora:
Nos aprenderemos la canción que os pongo a continuación para poder cantársela a otros cursos.


·         Tercera hora
Durante esta hora utilizaremos la siguiente página web de donde sacaremos las poesías que leerán y comentaran los niños en clase.
Después haremos dibujos que se expondrán por el cole.

·         Cuarta hora y quinta hora
Haremos un taller de artesanía en el que construiremos molinos con cerámica y dibujaremos con témperas figuras relacionadas con el autor y su obra.




MARTES
·         Primera hora:
Leeremos un fragmento de El Quijote pero en verso. Me ha parecido buena elección ya que está muy masticada la forma en prosa de esta obra y a los niños, pensé, les gustaría más.

1)EL PRINCIPIO DE LA HISTORIA
Os voy a contar la historia
de un tal Alonso Quijano
que vivió sin mucha gloria
hace cuatrocientos años.
Cervantes nos dejó escrita
esa historia de aventuras
en la que un hidalgo manchego
perdió pronto su cordura.
Vivía Alonso Quijano
en un lugar de la Mancha
era alto y desgarbado
y con una frente bien ancha.
Como todo un caballero
que se precie y tenga fama
decide cambiar su nombre
por don Quijote de la Mancha.
Los libros de caballería
vuelven loco al buen hidalgo
y decide con maestría
luchar contra los malvados.
Él se busca un escudero
que lo acompañe en batallas
que le cure las heridas
poniéndole mucha pomada.
Y le promete una ínsula
para ser gobernador
y Sancho se vuelve loco
de alegría ante aquel honor.
Don Quijote y Sancho Panza
-que era su nombre completo
recorren toda la Mancha
sin temor al sol o al viento.
El hidalgo iba montado
a  lomos de Rocinante
el escudero llevaba a Rucio,
un borrico sin mucho plante.
Y a Dulcinea del Toboso
la eligió como su dama
para ofrecerle su amor
y sus valientes andanzas.

2)LAS PRIMERAS AVENTURAS
LA DE LOS MOLINOS
Y LA DE LAS OVEJAS
Y salieron por caminos
y por los campos de la Mancha
confundiendo los molinos
con grandes gigantes con aspas.
El viento movió las aspas
y don Quijote salió volando
pensando que a sus gigantes
alguien los había embrujado.
Sancho Panza lo curó
untándole un buen ungüento
para evitarle el dolor
y un poco de sufrimiento.
Pero aquellas heridas curadas
le duraron poco tiempo
porque de nuevo confundió
ovejas con un ejército.
Y a ellas sólo se enfrentó
cual loco con lanza en mano
y a seis o siete mató
como si fueran soldados.
Los dueños de aquel rebaño
muy pronto lo apedrearon
y le rompieron los huesos
tirándole mil guijarros.
Y de nuevo estaba allí
el buen Sancho con su bálsamo
para aliviar sus dolores
y sanar pronto a su amo.


3)EL ENCUENTRO CON LOS GALEOTES
Pero otra vez duró poco
la dicha del buen escudero
pues a un serio comisario
su amo no le tuvo miedo.
Aquel comisario llevaba
doce presos encadenados
que  conducían  a galeras
para remar sin descanso.
Don Quijote pensó entonces
que él debía liberarlos
porque según le gritaban
no habían hecho nada malo.
Pero aquel comisario serio
no estaba dispuesto a aquello
y le pidió por favor
que se dejara de juegos.
Don Quijote muy  enojado
y  enrojecido de rabia
atacó al  buen  comisario
y la emprendió con los guardias.
Sancho que no sabía
si ayudar a don Quijote
liberó a los galeotes
presintiendo una desgracia.
Y el escudero sólo pensaba
en aquella Santa Hermandad
que eran unos policías
a los que no podrían engañar.
Entonces pidió a don Quijote
recorrer caminos nuevos
marcharse a Sierra Morena
a esconderse por un tiempo.


4)ANDANZAS POR SIERRA MORENA
Llegando a Sierra Morena
y  metida entre los arbustos
encontraron una maleta
con  muchos poemas y oro.
Don Quijote pidió a Sancho
que él se fuera al Toboso
a llevar a Dulcinea
una carta de su amado.
Y Sancho emprendió el camino
decidido a llegar pronto
para volver enseguida
junto al hidalgo garboso.
Muy pronto se encontró al cura
y  también al buen barbero
que querían que don Quijote
se fuera de nuevo al pueblo.
Y volvieron todos juntos
con una preciosa dama
como si fuera princesa
y alguien debiera salvarla.
Aunque aquella bella dama
llamada Micomicona
sólo buscaba a su amado
que Fernando se llamaba.
Cuando el hidalgo los vio
no dudó en ir con ellos
para salvar a esa dama
de un gran  gigante muy fiero.

5)DON QUIJOTE Y SUS DEMONIOS
Llegaron pronto a una venta
para allí pasar la noche
y antes de darse cuenta
don Quijote perdió el norte.
Creyó que unos grandes cueros
que  estaban llenos de vino
eran gigantes malvados
y  él  debía luchar con tino.
La emprendió pronto a espadazos
y  todo el vino salió,
él creyó que era sangre
pero  el ventero enfureció.
El cura pagó al ventero
lo que el hidalgo había roto
para así poder marcharse
juntos muy pronto al pueblo.

6)EL REGRESO
El cura y el buen barbero
se vistieron de fantasmas
y encerraron a don Quijote
dentro de una horrible jaula.
Él pensó que era verdad
y que lo habían encantado
y se quedó en aquella  jaula
sin ni siquiera rechistar.
Pero al poco Sancho Panza
le pidió al cura que abriera
y así salió don Quijote
de esa jaula bien cerrada.
Al momento nuestro hidalgo
una trompeta escuchó
y cabalgando muy rápido
otra aventura buscó.
Eran unos labradores
todos vestidos de blanco
paseando a una Virgen
y rogando por sus campos.
Don Quijote pensó entonces
que aquéllos eran diablos
raptando a una princesa
y que debía atacarlos.
Uno de los labradores
dio al hidalgo un garrotazo
y Sancho pensó entristecido
que había muerto del porrazo.
Don Quijote despertó
y le pidió ayuda a Sancho
para volver a montar
en aquel carro encantado.
Llegó don Quijote a la aldea
amarillo y muy delgado
después de seis días de viaje
sin un momento de descanso.
Cuando criada y sobrina
al  hidalgo  vieron entrar
lo metieron en la cama
y así  poderlo curar.


7)NUEVAS AVENTURAS
Después de un mes en la cama
nuestro hidalgo quiso volver
a vivir mil aventuras
animado por un bachiller.
Salió en silencio de noche
acompañado por Sancho Panza
y quiso ir al Toboso
a saludar a su amada.
Cuando llegaron a aquella aldea
no encontraron a Dulcinea
y fueron a un bosque cercano
a esperar que amaneciera.
Por la mañana temprano
Sancho salió a buscarla
pero sólo vio a tres aldeanas
que no parecían  bellas damas.
Y entonces pensó aprovecharse
de la locura de su amo
y le dijo que Dulcinea
venía por allí cabalgando.
Don Quijote entristeció
y maldijo a sus enemigos
pues a la bella Dulcinea
le habían echado un hechizo.
Tan fea la habían dejado
y con ese aliento olor a ajos
que don Quijote se quedó
como si le diera un pasmo.

9)NUEVAS AVENTURAS Y NUEVO ENGAÑO
Y yendo por los caminos
se encuentran con unos cómicos
que siempre van disfrazados
para actuar en teatros.
Don Quijote se queda en silencio
y  pensando como un sabio
pero después reflexiona
y le comenta así a Sancho:
-Nosotros cuando nacemos
cada uno somos distintos
pero cuando nos llega la muerte
nos vamos al mismo sitio.
Y así entre mil reflexiones
pronto llegaron a un bosque
donde toparon de golpe
con dos nuevos personajes.
Tal como Don Quijote
uno era un caballero
y el otro tal como Sancho
era su fiel escudero.
Pero todo terminó
en una lucha sin par
pues los dos eran farsantes
que los querían engañar.
Uno era el bachiller
y el otro un amigo leal
que querían que don Quijote
volviera a su aldea ya.
Sin embargo nuestro hidalgo
pensó que los habían encantado
y que no eran sus amigos
sino hombres embrujados.


8)EL CABALLERO DEL VERDE GABÁN
Y LOS LEONES DEL REY
Iba triste y pensativo
Don Quijote de la Mancha
y se encontró a  un caballero
que iba hacia el mismo sitio.
Los tres de dirigían
a la ciudad de Zaragoza
y se pusieron a hablar
de sus andanzas y cosas.
Era todo un caballero
de unos cincuenta años
vestía un verde gabán
y era fino y educado.
Y don Quijote le habló
de las cosas de la vida,
de nobleza, libertad
y de amor y de justicia.
Y entonces ya no pensó
que el hidalgo era un loco
sino que a veces su juicio
lo estaba trastornando un poco.
Siguiendo los tres su marcha
encontraron un carretero
que llevaba una gran jaula
con dos leones hambrientos.
Los leones eran del rey
y los llevaban a palacio
pero quiso don Quijote
luchar con ellos “a saco”.
Para demostrar su valor
quiso pelear con las fieras
y le pidió al carretero
que aquella jaula le abriera.
El caballero del verde gabán
pensó que lo matarían
y Sancho Panza lloraba
de la locura que veía.
Pero ninguna de las dos fieras
quiso salir de la jaula
y nuestro buen don Quijote
salvó así su cabellera.
Ni Sancho ni el carretero
ni el caballero del gabán
se creían lo que veían
y su asombro fue bestial.
Y se fueron cuatro días
a casa del caballero
que invitó a nuestro hidalgo
y  también a su escudero.
Y después de aquellos días
de vivir con don Quijote
no supo si era un loco
como la gente decía.
Porque hablaba de ayudar
a  las viudas y huérfanos
siempre llevar la justicia
y  vencer con la bondad.



·         Segunda y tercera hora:
Creación literaria. Tras una breve explicación de las características de los textos literarios les pediremos la realización autónoma de un texto, ya sea un texto dialogado, en prosa o una poesía.

·         Cuarta y quita hora:
Haremos un taller de artesanía en el que construiremos molinos con cerámica y dibujaremos con témperas figuras relacionadas con el autor y su obra.




MIÉRCOLES
Haremos una excursión a Alcalá de Henares a visitar la casa donde nació Miguel de Cervantes y a dar un paseo por esa zona.
En este museo se realizan actividades culturales con la intención de acercar a los niños a la figura de Miguel de Cervantista  su obra y su época, utilizando el museo como referente y herramienta de aprendizaje.
Aquí tenéis un enlace sobre este precioso museo:
Daremos un paseo por la Calle Mayor y comeremos un bocadillo en la Plaza de Cervantes.
Visitaremos también la universidad de Alcalá de Henares por ser un lugar muy importante de nuestra historia y el Centro de Interpretación los Universos de Cervantes, ubicado en la Capilla del Oidor en la iglesia de Santa maría.



JUEVES
·         Primera hora:
Leeremos un fragmento del Quijote.

10)LA CUEVA DE MONTESINOS
Y MAESE PEDRO Y SU MONO
Así de nuevo siguieron
un camino sin pensar
y llegaron a una alameda
donde los quisieron invitar.
Un campesino muy rico
que se llamaba Camacho
celebraba allí sus bodas
y Sancho se comió dos gansos.
Pero Don Quijote quiso
mejor charlar  que comer
y hablar con un estudiante
de una cueva que quería ver.
Esta cueva se llamaba
la cueva de Montesinos
y allí fueron de mañana
para ver lo que encontraban.
Don Quijote se asomó
a la boca de la cueva
que se hundía como un pozo
en las entrañas de la tierra.
Y le pidió al pobre Sancho
que lo atara a una gran cuerda
para bajar a la cueva
y ver lo que había allí dentro.
Subieron a don Quijote
después de una media hora
y llegó arriba tan dormido
que casi no despertaba.
Cuando por fin despertó
empezó a contar historias
y decía que había estado
tres días por allí abajo.
Y dijo que vio un palacio
donde había un rey encerrado
y que su fiel Dulcinea
también lo había saludado.
Sancho no creyó nada
pero no así el estudiante
que palabra por palabra
creyó todo a don Quijote.
Como ya era muy tarde
se pusieron en camino
y llegaron a una venta
donde había un mono adivino.
Maese Pedro era su dueño
y su mono el compañero
y los dos se divertían
haciendo como brujerías.
Aunque  el mono no era adivino
y tampoco sabía hablar
pero el listo de Maese Pedro
a todos quería engañar.
Se informaba de las historias
cuando entraba en una aldea
y hacía como si el monito
fuera listo y las supiera.
Y también con mucha gracia
sabía manejar a sus títeres
y la gente se reía
de todas aquellas andanzas
Aquella noche les mostró
la historia de una princesa
bien llamada Melisendra
a quien un moro raptó.
Su marido, que era un títere,
con valentía quiso salvarla
y a él se unió don Quijote
desenvainando su espada.
No pensó que eran muñecos
y  que aquello era un teatro
y hasta el mono se asustó
escapando a todo trapo.
Lloraba Maese Pedro
por su monito adivino
y don Quijote pagó
para atraparlo con tino.
Y pagó real a real
todos las objetos rotos
mas sin dejar de pensar
que a él lo habían vuelto a encantar.

11)LA GUERRA DE LOS REBUZNOS
Tres días llevaban viajando
cuando vieron un escuadrón
de unos cientos de aldeanos
a quienes el hidalgo interrogó
Don Quijote quería saber
adónde iban tan armados
pues parecía tal vez
que lucharían a lo bravo.
Y entonces ellos le contaron
que querían hacer una guerra
con los del pueblo vecino
por burlarse de Su Alteza.
Resultaba que  a  su rey
le gustaba rebuznar
y los del pueblo vecino
sólo lo hacían imitar.
Y ya estaban bastante hartos
de tantas burlas y burlas
y decidieron luchar
con sus armas y sus uñas.
Pero he aquí don Quijote
que les hizo reflexionar
y les pidió que dejaran
aquella idea de luchar.
Pues les dijo que las armas
siempre causan mucho daño
y debemos intentar
hablar para no pelear.
Y ya pronto se marcharon
don Quijote y su escudero
no sin antes discutir
por cuestiones de dinero.


12)NAVEGACIÓN   POR   EL  EBRO
Llegaron a orillas del Ebro
hablando
hablando sin cesar
y vieron como una barca
allí se mecía sin cesar.
Y  don Quijote pensó
que era un gran barco encantado
y que le estaba pidiendo
que montara sin dudarlo.
Sancho ya le advirtió
que la barca era pequeña
que sería de un pescador
y que se pondría a la greña.
Pero decía don Quijote
que el barco hasta le hablaba
y le pedía al buen hidalgo
que a un castillo lo llevara.
Que allí en aquel castillo
había un valiente caballero
y que debían rescatarlo
entre él y el escudero.
Y ya sin más dilación
comenzaron a navegar
pero apareció un molino
y se iban a estrellar.
Los molineros que vieron
que la barca se estrellaba
cogieron varas muy largas
para así poder pararla.
Pero sus caras y ropa
estaban llenas de blanco
y don Quijote pensó:
¡son fantasmas del pasado!
Con todo, los molineros
lograron detener la barca
pero no impidieron así
que cayeran los dos al agua.
Y con el peso de la armadura
don Quijote se hundió entero
y  saltaron a salvarlo
los “fantasmas” molineros.
Y además debió pagar
el dinero de la barca
porque el dueño apareció
y quería darle una “somanta”.


13)LA INVITACIÓN DE LOS DUQUES
Y muy pronto se encontraron
con un duque y su duquesa
que ni un momento dudaron
en sentarlos a su mesa.
Don Quijote y Sancho Panza
no cabían en sí de gozo
pues a los dos agasajaban
cual si fueran Reyes Godos.
Aunque ellos no sabían
que todo eran burla y risas
pues los duques ya conocían
las andanzas de sus vidas.
Y siguiendo órdenes fieles
del duque y de la duquesa
también los criados hacían
doscientas mil reverencias.
Y el hidalgo no veía
que se reían a sus anchas
y estaba loco de contento
al igual que Sancho Panza.
Porque allí por vez primera
sintió que era un caballero
y enloqueció de contento
como su mismo escudero.
La duquesa invitó a Sancho
a  charlar con ella un rato
y el escudero le contó
las locuras de su amo.

14)LA BROMA DE LOS DUQUES
Los duques querían gastar
una broma a don Quijote
y lo invitaron a cazar
jabalíes en el monte.
Cuando  ya hubo terminado
el evento de la caza
se dieron un gran festín
antes de volver a casa.
Y sonaron así de pronto
estruendos de disparos,
trompetas, ¡un gran ruido!
y apareció allí un carro.
Aquel carro iba tirado
por seis mulas y un demonio
que dijo que allí venía
Dulcinea del Toboso.
Dijo que el mago Merlín
la había desencantado
para que don Quijote
pudiera admirarla un rato.
Pletórico como el sol
don Quijote miró al carro
y en verdad vio una doncella
tan hermosa como el sol.
Cuando el carro se detuvo
apareció un hombre delgado
todo vestido de negro
y diciendo que era un mago.
Y dijo que su Dulcinea
seguiría siempre hechizada
si Sancho no se dejaba
que tres mil azotes le dieran.
Y Sancho Panza pensó
que su culo no aguantaría
tanto azote y tanto palo
y dijo que no lo haría.
Pero tanto le insistió el hidalgo
que el escudero prometió
darse bien los tres mil azotes
pero con una condición.
Se azotaría cuando quisiera
y  sin hacerse mucho daño
y don Quijote por eso
le dio mil besos y mil abrazos.
Y don Quijote y Sancho Panza
vieron marchar a la dama
sin pensar que todo aquello
sólo había sido una farsa.
Pues esa bella Dulcinea
y el falso Mago Merlín
sólo eran dos criados
que habían viajado hasta allí.




15)LA BROMA DE LA CONDESA TRIFALDI
Y DE LAS DUEÑAS BARBUDAS
Y al día siguiente de nuevo
volvieron a las andadas
pues se presentó una condensa
desde el reino de Candaya.
Un nombre raro tenía
pues Trifaldi se llamaba
y venía con doce dueñas
que eran damas de compañía.
Y  todas venían a buscar
al hidalgo don Quijote
para que con su ayuda
el embrujo pudiera quitar.
El gigante Malambruno
a  todas había embrujado
y por eso con un velo
la cara se habían tapado.
Pues les había puesto a todas
unas barbas muy hermosas
y si se quitaban el velo
más bien parecían unas osas.
Y sólo si frente a frente
luchaba con él don Quijote
le quitaría a las damas
las barbas y los bigotes.
Dijo entonces el hidalgo
que viajaría a Candaya
y lucharía con Malambruno
y no tiraría la toalla.
Y entonces dijo el buen Sancho
que no lo quería acompañar
no fuera que en su ausencia
la ínsula le fueran a quitar.
Pero dijo la Condesa
que debían ir los dos juntos
y llegar hasta Candaya
para quitar el embrujo.

16)EL CABALLO CLAVILEÑO
Debían montar un caballo
que había hecho el mago Merlín
y que era de madera
y volaba tan feliz.
Tenía un clavo en la frente
y no comía ni dormía
y para que volara bien
debían mover la clavija.
Y el pobre Sancho seguía
sin querer montar en él
pero dijo la condesa
que tenía que ceder.
Pues le pidió por piedad
que ayudara a don Quijote
para hacer desaparecer
aquellas barbas y bigotes.
Y Sancho juró acceder
y viajar hasta Candaya
acompañando al hidalgo
para quitarles las barbas.
Y sacaron el caballo
para que los dos lo montasen
y volaran a lo lejos
sin miedo a ningún gigante.
Y le taparon los ojos
para no ver las alturas,
un poco asustado Sancho
y el amo soñando aventuras.
Y los criados le echaron
mucho aire con los fuelles
para que ellos creyeran
que volaban por el aire.
Y los duques y criados
se reían a rabiar
de aquellos dos desgraciados
que se creían volar.
Y para que después pensaran
que iban cerca del sol
prendieron fuego a unas hierbas
que les daban mucho calor.
Y para rematar la aventura
dieron fuego a Clavileño
y cohetes que llevaban
hicieron saltar sus leños.
El caballo se hizo polvo
y  el hidalgo cayó al suelo
y Sancho que no era menos
perdió hasta su pañuelo.
Cuando ya abrieron los ojos
Habían desaparecido
La condensa y sus dueñas
Y ellos, ¡en el mismo sitio!
Y además una lanza
Había clavada en el suelo
Con un pergamino colgado
Que ellos pronto leyeron.
El pergamino decía
“la aventura ha terminado
y don Quijote salvó a la condesa
sólo con haberlo intentado “
Y don Quijote y Sancho Panza
Estaban muy satisfechos
Pues todo había terminado
Y a nadie habían hecho daño
Y más contentos aún estaban
Los duques y sus criados
Pues el hidalgo y su escudero
No descubrieron el engaño.



17)LA    INSULA   BARATARIA
El duque mandó llamar
a Sancho al día siguiente
y le habló de gobernar
la ínsula Barataria.
Sancho se volvió loco
por aquella gran alegría
y fue a decirle al hidalgo
que se marchaba a su ínsula.
Y don Quijote le dio
mil consejos necesarios
para que ejerciera su oficio
con tino y con buena mano.
Que gobernara con prudencia
con humildad y sin pereza
que siempre evitara la envidia
y actuara con justicia.
Que fuera hombre comprensivo
siempre limpio y  bien vestido
que comiera con medida
y no bebiera mucho vino.
Que tampoco comiera ajos
ni mucho menos cebolla
que tampoco diera eructos
y de los refranes no abusara.
Sancho Panza aquella tarde
dictó una carta para Teresa
y se despidió de su amo
con lágrimas en los ojos.
Y partió acompañado
de criados y un mayordomo
y llegó hasta una villa
donde había dos mil vecinos.
Y le dijeron que aquella
era su ínsula verdadera
y que podía gobernarla
siempre como quisiera.
Los vecinos de aquel pueblo
tenían orden de obedecer
a aquel nuevo gobernador
para reírse de él.
Pero se quedaron pasmados
cuando Sancho fue al juzgado
y empezó a dictar justicia
como si fuera un gran sabio.
Y el duque para reírse
le escribió a Sancho una carta
diciendo que había enemigos
y malas intenciones llevaban.
Sin embargo los manjares
que le dieron para comer
le quitaron la inquietud
y el miedo que podía tener.
Pero llegó un personaje
algo extraño y estirado
que dijo que era un médico
y no debía probar bocado.
Pero Sancho no hizo caso
y se comió todo aquello
pues decía que en su vida
a todo estaba acostumbrado.
Pero tanto le dio la lata
aquel médico ficticio
que la mitad de los días
no se daba ni un capricho.
Pero a pesar de tanta hambre
se empeñó en gobernar bien
y echo de allí a maleantes,
a ladrones y a farsantes.
Reunió comida y ropa
para los niños sin padres
y visitó y dio  consuelo
a los presos de las cárceles.
Dictó leyes tan justas
y  tanta fue su nobleza
que todavía se recuerdan
con cariño y con ternura.
Mientras tanto la duquesa
inventó una nueva broma
y pidió que a Teresa Panza
Pues ella no sospechaba
ni siquiera en sus sueños
que todo aquello era broma
y terminaría al momento.
Y así la séptima noche
que Sancho ya gobernaba
empezó a sonar de pronto
estruendos de campanas.
Y le dijeron a Sancho
que el enemigo atacaba
y lo empujaron y cayeron
y creyó que lo mataban.
Y el pobre pasó tanto miedo
y tanto sufrió en el combate
que le dijo a los soldados
que dimitía de gobernante.


unas cartas le llevaran.
Una sería la de Sancho
y otra la de la duquesa
y además le llevarían
un regalo para ella.
Teresa se quedó fría
cuando vio llegar al paje
y casi no se creía
lo que salía de su traje.
El escudero contaba
a su mujer en la carta
que ya vivía en su ínsula
y lo bien que gobernaba.
Además le dio aquel paje
un gran collar de corales
con dos bolas de oro puro
y casi le da un ataque.
Y la duquesa en su carta
le decía que su marido
gobernaba de maravilla
la ínsula a la que había ido.
Teresa se volvió loca
de contento y de  alegría
pensando en su Sancho Panza
y en todas sus correrías.
Y mandó escribir dos cartas
para Sancho y la duquesa
en las que ya  se imaginaba
viviendo como una reina.
Y de risa se morían
aquel duque y su duquesa
cuando leyeron las cartas
de la señora Teresa.
Y con lágrimas en los ojos
Sancho se fue con Rucio
diciéndole a todo el mundo
“yo no nací pa este mundo”.
Todos los que allí estaban
lo miraban con tristeza
y también arrepentidos
por sus actos de bajeza.
Pero Sancho había decidido
marcharse fuera de allí
pensando que en otro tiempo
era mucho más feliz.
Mientras tanto don Quijote
añorando a su escudero
vagaba por el castillo
hasta casi perder el sueño.
Y los duques continuaron
sin parar haciéndole burlas
diciendo que una mujer
se moría de amor por él.
Y don Quijote sufría
porque no podía hacer nada
pues ocupaba su corazón
Dulcinea, su fiel amada.
Y otro día en su habitación
metieron docenas de gatos
que le arañaron el rostro
y su cuerpo a todo trapo.
Y el pobre siguió pensando
que todo eran encantamientos
y decidió entonces marcharse
a luchar como un caballero.
Y se encontró con Sancho Panza
caído en una sima
y creía que estaba muerto
y debía decirle mil misas.
Pero Sancho le gritaba
que sólo se había caído
y quería salir deprisa
de aquella sima oscurísima.
Entonces el buen hidalgo
se fue en busca del duque
que mandó a los  criados
a que sacaran a Sancho.
Y cuando ya estaba fuera
Sancho Panza dijo a todos
que volvía con su amo
A vivir sin sobresaltos.
Y los duques le regalaron
doscientos escudos de oro
y Sancho se fue contento
con su borrico y su amo.
Y así don Quijote y Sancho
y sus dos cabalgaduras
emprendieron el camino
hacia nuevas aventuras.



18)LA VUELTA DEL HIDALGO
Y cuando ya don Quijote
libre se vio de nuevo
le dijo a su escudero
que se moría de contento.
Pues de día que la libertad
siempre era un don muy precioso
y que valía mucho más
que tener cualquier tesoro.
Y hasta que valía la pena
para no ser un esclavo
arriesgar la propia vida
o siempre vivir encerrado.
Y cuando llegó la noche
en una venta se toparon
con el caballero don Jerónimo
y una sorpresa se encontraron.
El  caballero leía un libro
que hablaba de don Quijote
y le contaba al ventero
que no le gustaba ni un pelo.
Allí decía que don Quijote
no estaba ya enamorado
de la bella Dulcinea
a quien antes había amado.
Don Quijote al oír aquello
rugió enojado de rabia
y dijo que Dulcinea
sería para siempre su dama.
Y cuando aquel caballero
vio al hidalgo enfadado
comprendió que don Quijote
era quien le estaba hablando.
Así que le dio un abrazo
y le dijo que lo admiraba
que en otro libro de aventuras
siempre muy bien lo “pintaban”.
Pero en éste sólo contaban
muchas burlas y disparates
describiendo a don Quijote
como alguien chillón y torpe.
Y durante toda la noche
el hidalgo le contó
todas las aventuras
que con el escudero vivió.
Don Jerónimo le informó
que en la ciudad de Barcelona
podría demostrar su valor
luchando con todas sus armas.
Pues la ciudad estaba llena
de miles de bandoleros
y contra ellos podría luchar
para así salvar al pueblo.
Y a la mañana siguiente
se pusieron en camino
Sancho Panza y don Quijote
yendo hacia un nuevo destino.
Y tras seis días de viaje
Sancho se quiso tumbar
debajo de una encina
para poder descansar.
Y asombrado se dio cuenta
que allí estaban colgados
un montón de bandoleros
que la justicia había ahorcado.
Decidieron seguir su camino
el amo y el escudero
pero pronto aparecieron
unos cuarenta bandoleros.
Y empezaron a robarles
a Sancho y a don Quijote
hasta que se oyó decir:
“dejad a esos pobres hombres”.
Así hablaba el capitán
del montón de bandoleros
montado en un gran caballo
y con cuatro pistolas armado.
Y admiró de don Quijote
aquella vieja armadura
y aquella honda tristeza
unida a su poca cordura.
No tengáis tanta pena
mi valiente caballero
que yo no soy ningún malvado
sino  bondadoso bandolero.
Roque Guitar se llamaba
aquel famoso bandolero
que procuraba ser noble
y no robar a los pobres.
Y mucho se alegró entonces
de conocer al hidalgo
pues había oído hablar de él
y hasta quiso acompañarlo.
Después de días de viaje
llegaron a la ciudad
y vieron por vez primera
el mar y su inmensidad.
Sancho se quedó atónito
al ver allí tanta grandeza
y don Quijote estaba asombrado
de aquel mar y su belleza.
Don Antonio se llamaba
un rico amigo de Roque
y con gusto invitó a su casa
a Sancho y a don Quijote.
Don Antonio y sus amigos
celebraron muchas fiestas
en honor a don Quijote
y a todas sus grandes gestas.
Y lo llevaron a pasear
en una preciosa galera
para que desde el ancho mar
divisara la ciudad.
Y cuando con él se cruzaban
le hacían mil reverencias
y él se sentía orgulloso
sin saber que se burlaban.
Pero un aciago día
que don Quijote paseaba
se le acercó un caballero
armado y con una lanza.
Aquel caballero era
el de la Luna Blanca
y le dijo a don Quijote
que lucharía por su dama.
El hidalgo debía confesar
que Dulcinea del Toboso
era mucho más fea
que la doncella del otro.
Y si no querían hacerlo
debían pelear los dos
en una lucha sin par
y cumplir una condición.
Si ganaba don Quijote
se quedaría con su caballo
y si perdía, tristemente,
se iría a su aldea trotando.
El hidalgo decidió
enfrentarse con valentía
y empezó la gran batalla
antes de acabar el día.
Y se pusieron los dos
uno enfrente del otro
y empuñaron sus dos lanzas
para luchar como potros.
Aquel caballero andante
llamado de la Luna
embistió a don Quijote
y lo puso bien en danza.
Al viejo hidalgo manchego
le dio tal golpe en la panza
que rodó por aquel suelo
con Rocinante y su lanza.
Y ahora debía confesar
-le dijo aquel caballero-
“que mi dama es más hermosa
que los luceros del cielo”
Pero dijo don Quijote
que no lo haría jamás
que a su amada en hermosura
nadie la podía igualar.
Entonces el caballero
llamado de la Blanca Luna
dijo que lo mataría
si él no se retiraba.




Que el hidalgo debía
durante un año a su aldea
dejando así de luchar
y de salvar a princesas.
Don Quijote respondió
que lo haría sin dudar
aunque el pobre sin ayuda
no se podía ni levantar.
Seis día estuvo en la cama
mientras Sancho lo cuidaba
pensando en su desgracia
y en la dama a la que amaba.
Sancho cuidó también
del pobre de Rocinante
que había acabado tan mal
como el pobre don Quijote.
Y cuando ya estaban curados
emprendieron el regreso
hacia la aldea del hidalgo
sin la armadura y su peso.
El regreso fue pesaroso
y don Quijote no dormía
pensando mucho en su amada
y en todo  lo que la quería.
Y asomó por fin la aldea
allá por el horizonte
y Sancho se emocionó
al igual que Don Quijote.
El cura y Sansón Carrasco
vieron llegar al hidalgo
y los dos lo recibieron
con alegría y con abrazos.
Y los chiquillos del pueblo
empezaron a gritar
que don Alonso y Sancho Panza
acababan de regresar.
Teresa Panza oyó la nueva
y salió de casa corriendo
para ver cómo llegaba
aquel marido aventurero.
Se extrañó cuando lo vio
montado en su borrico
pero Sancho le explicó
que venía bastante rico.
Y de camino a su casa
con el bachiller y el cura
don Quijote les contó
el fin de sus aventuras.
Que lo de ser caballero
por un año debía olvidar
y vivir tranquilo en su aldea
sin salir a batallar.
Pero entonces había pensado
que  durante todo ese año
se dedicaría a ser pastor
y cantar coplas de amor.
Se iría con Sancho Panza
y cantaría al son de un laúd
y derramaría mil lágrimas
por Dulcinea, su amada.
Y quería que sus amigos
también se fueran con ellos
y estuvieran unos meses
por los campos de los pueblos.
Pero cuando don Quijote vio
a su criada y sobrina
les pidió que lo acostasen
porque bueno no venía.
Y era que estaba muy triste
cada vez que recordaba
que lo vencieron en Barcelona
y tuvo que dejar sus armas.
Y como no mejoraba
tuvieron que llamar al doctor
y le dijo que debía cuidar
con mimo su corazón.
Don Quijote comprendió
que ya se estaba muriendo
pero no se puso triste
sino que lo tomó con sosiego.
Sin embargo su escudero
la criada y su sobrina
comenzaron a llorar
con muchísimo sentimiento..
Porque el hidalgo manchego
a pesar de su locura
era sólo un hombre bueno
que había perdido la cordura.
Y después de aquella visita
que le había hecho el doctor
el hidalgo se durmió
siete horas de un tirón.
Y cuando despertó don Quijote
todos quedaron asombrados
pues decía con alegría
que se había recuperado.
Que condenaba  y maldecía
los libros de caballería
pues sólo por culpa de ellos
perdió todo  su entendimiento.
Que volvieran a llamarlo
Alonso Quijano el Bueno
y que el nombre de don Quijote
se borrara del Universo.
Y pidió que viniera el cura
para que lo confesara
y que viniera un escribano
para que su testamento le dictara.
Pues don Quijote sin miedo
y  sin temor al momento
dijo que él ya  sabía
que ya se estaba muriendo.
Y después de aquellas palabras
todos lloraron allí
porque ellos también sabían
que don Quijote iba a morir.
Llegó el cura y lo confesó
y luego el hidalgo manchego
a un buen amigo escribano
su testamento dictó.
A su sobrina le dejó
su casa y también sus tierras
a la criada veinte ducados
y a Sancho Panza un salario.
A eso entró Sancho Panza
y el hidalgo le pidió perdón
por todas aquellas veces
que al escudero enloqueció.
Y Sancho llorando y llorando
pidió a Alonso Quijano
que todavía no se muriera
que desterrara su tristeza.
Pero don Quijote volvió a insistir
que ya no buscaría aventuras
porque por siempre jamás
le había vuelto la cordura.
Tres días siguió viviendo
el hidalgo de la Mancha
y poco a poco se apagó
y se escapó con su alma.
Y Sancho lo imaginaba
por los caminos del cielo
luchando con grandes gigantes
y él como su escudero.
Y todos los que allí estaban
sabían que  recordarían
su corazón grande y noble
y su sed por la justicia.
Pues aunque hubo momentos
en los que perdió su cordura
fue fiel a sus ideas
y supo despertar ternura.
Y así acaba esta historia
del hidalgo don Quijote
que supo  llevar  a la gloria
el ilustre Miguel de Cervantes.


·         Segunda hora:
Bajaremos todos los alumnos del centro al recreo para que nuestros niños del tercer ciclo puedan cantarles la canción de Don Quijote de La Mancha.
Haremos dibujos sobre el tema para exponerlos en el cole.

·         Tercera hora:
Cada niño elaborará en clase un final alternativo del Quijote que será presentado en el concurso del viernes.

·         Cuarta y quinta hora:
Dramatizaciones y actuaciones musicales recreando la Obra de Don Quijote de la Mancha.



VIERNES
Este día será de “jornadas abiertas”, es decir, quien quiera puede entrar y observar los trabajos que han realizado los niños, así como participar en la presentación y la entrega de premios del concurso literario.
Creo que es muy importante la participación activa de la familia en estos eventos.

·         Primera hora:
Se presentarán en los pasillos del cole los resultados del taller de artesanía y los dibujos para que todos los que vayan al cole puedan verlos.

·         Segunda hora:
Nos pondremos los disfraces que hemos traído de casa relacionados con la época, las costumbres, las obras de Miguel de Cervantes y saldremos al patio a jugar.
(Hora libre)

·         Tercera hora:
Podremos leer, en el aula de audiovisuales en la que se encontraran los dos cursos, las creaciones literarias.

·         Cuarta y quinta hora:
Entrega de los premios a la mejor creación literaria y al mejor final alternativo.