viernes, 21 de enero de 2011

Progreso en "Habilidades" con Irune

Esta asignatura me ha parecido bastante entretenida y dinámica por lo que no me ha costado cogerle el gustillo e interesarme por ella.
Era una clase "de relax" pero a la vez mientras jugabas aprendías y la profe conseguía llamar nuestra atención mediante juegos, vídeos, etc...

En lo referente a mí y particularmente a la expresión oral he de decir que creo que he mejorado bastante con todos los ejercicios que hemos hecho. Como por ejemplo, la presentación o el monólogo me han ayudado mucho a perder mi miedo escénico y a hablar con más soltura. Sé que debo seguir mejorando aún muchas cosas pero estoy contenta con los resultados.

Respecto a la parte de expresión escrita, bueno, nunca he tenido mucho problema con ella. Me gusta mucho escribir y me fijo mucho en la ortografía, en la forma en que está escrito el texto, los espacios y demás.

Por último y la parte que más me cuesta, la capacidad para mantener la atención y escuchar a los compañeros. Desde siempre he sido despistada y me cuesta mantenerme atenta. No lo hago con mala intención pero me gusta comentar lo que veo y dar mi opinión, cosas que a veces me llevan a hablar en mitad de una exposición o a reírme con mis compañeros en algún momento. Tratare seriamente de mejorarlo.

Por último, me gustaría decir que esta asignatura me ha ayudado a mejorar mi capacidad expresiva, a utilizar la originalidad y mi imaginación. Por lo que estoy agradecida.

The potter

Me ha parecido un vídeo muy bonito, no sólo por el mensaje que desea transmitir sino por el cómo lo transmite. Es interesante ver cómo sin decir una palabra podemos expresarnos.
Las caras y los gestos que hacen ambos personajes son perfectos y van acordes con lo que sienten.
Relacionándolo conmigo, he podido ver a dos personas que para mí han sido muy importantes en la vida.
Mis padres, por supuesto, que siempre que yo les decía que quería conseguir algo grande me decían que debía empezar por lo más pequeño, por lo más simple.
Por ejemplo, cuando les decía que quería estudiar veterinaria y ellos me decían:
"bueno pues empieza aprobando el examen que tienes la semana que viene"
¿Qué típico verdad? Siempre queriendo hacer grandes cosas sin saber que lo más importante es la base y que sin ella nunca podrás llegar a hacerlas.

Otra de las personas que me recuerda el monstruillo de The potter es a mi profesor de equitación. Cuando yo siempre le decía que quería aprender a saltar muy alto o a hacer recorridos como los que hacían otros niños. Y siempre me decía que primero tendría que aprender a pasar bien las barras sobre el suelo y a hacer pequeños recorridos para luego hacer lo demás.

Y he de deciros, que tanto uno como el otro, tenían razón, porque con mi yegua cada vez salto más alto y hago recorridos más difíciles y, bueno, aunque no haya estudiado veterinaria, aquí estoy en la universidad, que no es poco.


¿Dragones? ¡¿Dónde?!

En la Edad Media del siglo XII, cuando vivían Ricardo Corazón de León y Saladino, dos grandes de nuestra historia española, en China comenzaron a creer en los Dragones y yo puedo deciros por qué..


Por aquella época, los dragones, líderes del mundo, vivían en la Tierra. 
Gozaban de todas las libertades existentes. Podían volar, cazar, y vivir con total tranquilidad donde quisieran. Los hombres les respetaban pero no se llevaban muy bien con ellos. Les tenían miedo.


Lung era un pequeño dragón que vivía con su manada en las frías tierras del norte de China.
Era un dragón extraño, más pequeño que los demás. De color verde esmeralda con las orejas alargadas, y grandes colmillos afilados como agujas que sobresalían dándole un aspecto feroz.


Nada parecido a su madre, Nevada, hermosa y elegante, de brillantes escamas blanco marfil y fuego en la mirada, respetada y querida por todos.
A pesar de todo, el pequeño dragón no poseía, ni de lejos, la ferocidad y la maldad que habían caracterizado a la familia de su padre, Shurikan, de la cual hacía mucho que no se sabía su paradero.



Nevada

Los dragones tenían prohibida la amistad con los seres humanos puesto que en alianzas anteriores la codicia y el orgullo de los humanos les habían jugado malas pasadas y siempre habían salido mal parados.
Pero Lung era diferente a todos los demás, las normas de su manada parecían no hacer efecto en él. Su madre tenía muchos problemas debido a las aventuras que corría su pequeño. Pero a pesar de ello la manada tenía a esta dragona como a una vieja divinidad y siempre acababan perdonando a Lung.


Un terrible día de invierno, mientras la manada estaba fuera cazando. Lung dormitaba en su cueva, como la mayoría de los oscuros días de invierno, cuando vio pasar una pequeña figura balanceándose por el viento y que a pocos pasos caía desplomada.
El maravilloso olfato que poseía le hizo saber rápidamente que aquella figura correspondía a un humano. Pero Lung nunca había visto a un humano tan pequeño.
Se parece a mí...

Shurikan

La curiosidad le pudo, así que, se levantó y salió de la cueva. La figura no se movía, estaba tendida en la nieve, bocabajo y parecía estar inconsciente por lo que Lung le cogió con suavidad por la ropa y se lo llevó a una cueva cercana que permanecía deshabitada.

La perfecta visión del dragón hizo que, a pesar de la oscuridad de la cueva, pudiese ver al muchacho, tumbado e inmóvil.
Es un niño...no debe tener más que unos pocos años...¿Qué diablos hará aquí con este frío?
Decidió quedarse allí y darle calor, ya que, de lo contrario, el niño moriría de frío. Se tumbó a su lado y le cubrió con una de sus alas para, así, protegerle del viento helado que se colaba en la cueva.

Al día siguiente, cuando Lung despertó el muchacho no estaba bajo su ala sino que permanecía en una roca sentado, mirándole.
Lung no supo qué hacer, se puso de pie despacio, desconfiado. Nunca se había relacionado con humanos, y menos con un niño. No sabía que podía esperar de él.
-Me has salvado la vida-dijo el pequeño de ojos como platos y cara de agradecimiento. Una pequeña sonrisa atisbó en su boca cuando vió la cara sorprendida del dragón.
No parece tener miedo... vaya...
Mírale ahí sentado, dándome las gracias...
Humanos... Nunca aprenderán... No se dan cuenta de nada.
-¿Por qué iba a tener miedo?-preguntó el niño ante la más sincera sorpresa de Lung. Que se quedó de piedra. No podía estar pasando aquello.
¿Podía oirle?¿Podía aquel simple niño entenderle?
No puede ser.
-¿Qué no puede ser?-repitió el muchacho.
No deberías poder oirme, ¿cómo te llamas?
-Me llamo Jace y nunca había visto a uno como tú. Eres raro-y comenzó a reirse.
A Lung no le sentó bien aquello, pero la risa del niño era contagiosa y en realidad si él era raro, aquel niño era más raro aún desde su punto de vista, por lo que le entró la risa.


Aquello supuso algo nunca visto. El dragón y el niño se hicieron inseparables. Tanto que decidieron acudir al mago más poderoso de la tierra para que les uniera de por vida, ya que los dragones eran inmortales, crecían tanto como montañas y al llegar a su vejez dormitaban inmóviles, aun que al seguir vivos algunas veces estornudan formando volcanes.

Al unirse Jace a Lung ambos permanecerían vivos eternamente.
Jace fue el primer miembro de lo que más tarde serían Los Jinetes Del Dragón, cuyo objetivo sería proteger la alianza incondicional entre hombres y dragones.
Estos Jinetes, y con ellos Jace y Lung, lucharon durante muchísimos años, contra dragones como Black Death, increíblemente difíciles de matar.

Pero también libraron batallas junto a los humanos en su sueño de conquistar el mundo. Algunos de los Jinetes se unieron a Reyes de malas ideas y gran codicia por lo que pronto Los Jinetes Del Dragón se dividieron en dos grupos. Los que luchaban por la libertad liderados por Jace y Lung, y los que luchaban contra la libertad, los que querían el poder, liderados por Luke y Black Death.


Los dragones fueron perdiendo el interés por estas batallas pero la unión que sentían hacia su elegido era tan grande que no les permitía abandonarlos, por lo que algunos dragones optaron por darles a sus jinetes el Eldunarí, una gran joya de oro que contenía la esencia del dragón y que daba a su portador los poderes de este.

El dragón no necesitaba entonces acompañar físicamente a su Jinete. Se convertía en su alma.

Por eso durante toda la historia de la humanidad siempre ha habido grandes batallas y personajes tan poderosos.

Ahora la mayoría de las personas no creen que existan los dragones, yo creo que cada uno de nosotros llevamos un dragón dentro, pero no lo sabemos. Quizá sea nuestra conciencia...esa voz que habla y nos aconseja.
Por algo las culturas orientales les adoran, ¿no?





sábado, 15 de enero de 2011

Un año más..

Queridos Reyes Magos,

Un año más os escribo. Pero este año aunque he sido muy buena no os voy a pedir regalos. Nada de libros, juguetes, ropa o móviles. Este año quiero que sea especial. Porque ha sido un año 10.
Sólamente quiero daros las gracias por algunas cosas:

Quiero daros las gracias, Queridos Reyes Magos, por hacer que los niños del Carrefour sonrian y se vuelvan tímidos al ver a tres hombres disfrazados de vosotros. ¿Qué inocencia tan grande verdad?
¿Por qué no preguntan si ese es en realida Gaspar? Si tiene las manos blancas... o ¿por qué si tiras un poquito le quitas la barba a Melchor? o.. aunque habría que pensar un poco más.. ¿por qué si trabajan una vez al año...tienen esas coronas de oro y esas capas tan chulas?

Quiero daros las gracias por esto porque yo también sonreía. Porque no me daba cuenta. Porque tenía ilusión. Y porque ahora mis amigos y yo somos los encargados de dar esa ilusión.
Ahora, cuando paso delante de los Reyes Magos del Carrefour, les saludo...porque puedo ver que son mis amigos disfrazados. ¿Será que he perdido la ilusión? Nada de eso.

Quiero daros las gracias por unir a mi familia. Porque antes no lo sabía, pero ahora sí, sé que el mejor regalo que traían los Reyes Magos era ese y no la Barby o el Zoo de Playmovil.
Porque.. ¿que mejor regalo que cenar con tus primos, abuelos, tios.. y abrir los regalos.. y ver que te han traido lo que habías pedido.. y que te pregunten.. y cómo ponen esa cara de sorpresa?

Quiero darlos las gracias, también, por dejarme tantos buenos recuerdos.

La verdad es que me gustaría nombralas todas, pero no existe el tiempo ni el papel suficiente.
Prometo desde este año mandaros algunas de las razones por las que os estoy agradecida.

Quiero deciros, además, que siento haberme enfadado el día en que pensé que no existíais. Porque ya no había ilusión en desenvolver los regalos que habías comprado una semana antes, porque no encontrabas ilusión en cenar con tu familia.
Lo siento mucho, porque ahora que se han ido algunos..me doy cuenta de dónde tenía que haber buscado esa ilusión.

Ahora que he crecido. Aunque me cueste admitirlo o no quiera hacerlo en algunos momentos. Sé que no es que no existais.. os he descubierto.
¡¡¡Los Reyes Magos sois los niños!!!
Y por eso, podeís estar en todas las casas el mismo día y os da tiempo a entregar los regalos a tiempo, o buscaros un camello cada uno y esas cosas.


Por todo esto no quiero regalos este año. Porque he comprendido que los regalos no son materiales..
que el mejor regalo de todos,
es la familia y la sonrisa del niño que no haya perdido la ilusión.